Mi Corazón y Tus Manos

En el poco tiempo que compartimos,
te entregué todo de mí,
hasta mi corazón lo puse entre tus manos,
sin pensar que un día lo soltarías,
sin importarte absolutamente nada.

Al tocar el suelo, se partiría en pedazos
que llevaban solo tristeza y dolor.
Para juntarlos nuevamente,
tuve que darme cuenta de que tengo un gran corazón,
y que tus manos fueron tan pequeñas
que no pudieron sostenerlo.

by Rene CH